El smartphone.
Smartphone, el pequeño demonio.
Los zombis no pueden pasar un segundo, por no hablar de un minuto, sin ese pequeño demonio. Caminan con él, comen con él, beben con él, compran con él, pagan con él, juegan con él, incluso tienen que practicar sexo con él. El smartphone es una auténtica droga. Los smartphones hipnotizan. Los smartphones te vuelven estúpido. Nuestros zombis son completamente adictos a esta máquina que les convierte a ellos también en máquinas. En la parada del autobús, en el tren, en la calle, en las tiendas, en el coche; todos ellos está esta cosa con ellos... "
Toda la semana he estado observando con detenimiento a la gente que me rodea.
Los zombis que nos rodean son aterradores.
Un nuevo miembro se ha añadido a sus cuerpos: el smartphone.
Se ha convertido en una extensión del brazo. Ya no está en el bolsillo. Siempre está en la mano.
Algunos lo llevan colgado del cuello, como un cencerro. ¡Muu!
Los zombis no pueden pasar ni un segundo, por no hablar de un minuto, sin este pequeño demonio.
Caminan con él, comen con él, beben con él, compran con él, pagan con él, juegan con él, incluso tienen que practicar sexo con él.
El smartphone es una auténtica droga.
El smartphone hipnotiza.
El smartphone debilita.
Nuestros zombis son completamente adictos a esta máquina que les convierte a ellos también en máquinas.
En la parada del autobús, en el tren, en la calle, en las tiendas, en el coche... todo el mundo lo lleva encima.
Todos tienen la cabeza gacha, pegada a la pantalla. Todos sufrirán de cuello de texto.
¿Conoce estas enfermedades: cuello de texto, zapitis, nomofobia?
¿Qué son, me preguntarás?
Te respondo, son las nuevas enfermedades ligadas a ese demonio maldito que es el smartphone.
Aquí tienes sus definiciones para que tengas una visión general de estos horrores:
El cuello de texto es un síndrome que engloba todas las enfermedades cervicales ligadas al uso intensivo del demonio de texto.
Zappitis es un término utilizado para describir los ataques de aburrimiento provocados por la ausencia de estímulos del diablillo.
La nomofobia se refiere a una persona que no puede prescindir de su pequeño demonio y tiene un miedo excesivo a separarse de él o a no poder utilizarlo.
¿Has visto los ataques que tienen los zombis cuando se quedan sin batería? ¿No son patéticos?
Por no hablar de las ondas electromagnéticas que emiten estos pequeños demonios y que perturban nuestro organismo.
Además de estos problemas físicos, el pequeño demonio absorbe nuestros cerebros y es un formidable medio de control.
A los zombis se les alimenta sin parar de tonterías, idioteces, debilidades de contenidos pornográficos e ideas peligrosas y destructivas (el wokismo, por ejemplo). Han caído en un mundo artificial y no pueden volver a la tierra.
Si quisiera, y no quiero, haría sesiones de desintoxicación del pequeño demonio, con bofetadas.
Mira cuánto tiempo pasan los niños con esta mierda. Padres irresponsables que les meten el pequeño demonio a sus hijos para quitárselos de encima, para que no les molesten, para que hagan la compra tranquilos....
Creo que la suerte está echada. Todos los zombis están acabados. Ya no forman parte de la raza humana. Ya han cruzado al mundo de las máquinas.
El control está en su lugar, es poderoso y omnipresente.
El día en que las fuerzas malévolas envíen la orden definitiva, corremos el riesgo de asistir a una escena caótica como el comienzo de la película “Cell Phone” de 2016 dirigida por Tod Williams.
A menos que pongamos fin a esta maldición, lo cual es factible en sí misma, pero no entra en absoluto dentro de las prerrogativas de los globalistas, estamos condenados a presenciar el fin del hombre hecho de carne y espíritu, y asistimos al apogeo del hombre máquina.
